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Eras

Eras sinfonía en la noche, fuiste noche,  fuiste sueño. Rapsodia de sueño como el sueño de un gato. Imagen difusa, momento de luz, penumbra. Recorrí tu calle, luego tu imagen, después tu boca, tus pasado, tus deseos, tu miedo… y te ofrecí mi incienso, mi noche, mi regazo. Te ofrecí mi ahora, mi ayer y el futuro incierto que me sigue, te ofrecí mi todo, mi dolor, mi cordura inexistente, mis nubes. Entraste como sombra en mis recuerdos. Eran tuyos. Te ofrecí mi vida, mi sed, mi embriaguez, mi resaca y mi aleluya pero tenías ya las manos llenas, sujetando la cadena que te atrapa. Te ofrecí mi sombra, pero tenías los ojos llenos de la luz que ciega tu penumbra. Te di mi vida, mis sueños y lo poco que me queda de esperanza, pero elegiste ya… tres meses, cuatro meses, días, meses años… da lo mismo. Eras sueño de gatos, rapsodia de penumbra. Fui luz y pesadilla, fuiste ensueño y sombra. Ahora soy y eras.

Quiero que me ames

Yo quiero que me ames donde no soy amable, donde duelo, donde tengo miedos, donde se esconde mi lado débil, donde también lloro y me repliego, donde la noche me cubre los ojos y el miedo me cala los huesos. Quiero que ames al niño, al hombre al viejo; al que soy cuando no estas, a quien he sido desde antes ser antes del tiempo.

Luna Oscura

Camino por la tarde, la tarde se hace noche y tu mirada me sale al paso tu aliento me asalta, eres noche, noche diurna, vespertina, noche de mañana, eres esas noches de luna oscura con aves sordas, eres suspiro, dulce vapor de días sin nubes. Despierto por las noches, las noches se hacen tardes y tus manos me cambian el rumbo, tus ojos de eclipse de sueño me retan. Eres noche, de esas noches de luna ciega, eres sueño, de esos sueños de que sueño cuando despierto buscando sombras. Eres luna, de esas lunas brillantes y oscuras.

De ocasos y medias noches

Estoy harto de ficciones. Estoy harto de vampiros tibios, de lobos torpes. Quiero vivir en un mundo real, donde se siente y se vive y se muere. Aborrezco las fantasías que son más insípidas que lo que vivo. Soy de carne y hueso y siento, muero y vivo todos los días; Dejo todo por amor y me reinvento, no una ni dos ni tres veces. ¡Por Dios! Seres inmortales que se mueren por que aman…. Yo soy mortal y puedo morir cada día de mi vida y aún así amo, doy y sufro ¿Qué más intenso qué eso?

Horario

08:00 – Vienes y vas, mutas, eres otra y siempre tú. 10:00 – Eres mi ansia de letras, mi primera idea, mi pregunta. 12:00 – Eres mi prisa, mi almuerzo, mi “ya casi”. 13:00 – Mi baño, mi colonia, mi ropa limpia. 14:00 – Mi búsqueda, mi espera, mi sonrisa. 15:00 – Mi comida, mi bebida, mi tierra firme. 16:00 – Mis ojos abiertos, mis ojos cerrados, mi viaje, mi vuelo, mi aterrizaje forzoso. 17:00 – Te encuentro, te admiro, mi suspiro, mi dolor, mi paz. 18:00 – Mi resignación, mi “pronto”, mi estoy, mi estás. 19:00 – Mi mañana, mi recuerdo, mi texto, mi tal vez. 20:00 – Apareces de repente en mi trabajo, mi distracción preferida. 23:00 – Mi paciencia, mi impaciencia, mi “quiero”, mi “extraño” 02:00 – Mi “¿Qué sueñas?”, mi fantasía. 03:00 – Mi sueño, mi espera, mi “mañana”.     
El hombre próspero Un día como tantos, abrí los ojos, me asomé a la ventana y la primer persona que vi me dijo –Mira, soy mejor que tú, soy próspero. Dije yo incrédulo -¿Por qué lo eres? ¿Cómo lo eres?- Me miró con aire inhóspito. — Mira, renuncié a mi tiempo, vivo ocupado, tengo miles de tareas y las cumplo— De nuevo incrédulo le dije — ¿Y cómo es que así eres próspero?— —      Tengo lo que tú no tienes, mira, tengo un auto, me envidian, mi ropa dice un nombre, mi casa, mi mujer, mi reloj, dicen que soy próspero — Le miré un momento de arriba abajo, vi sus ojos cansados  —    Tengo un sueño, tengo tiempo para soñarlo,   y justo ahora voy a hacerlo— dije yo. Y el hombre próspero se alejó de mí.
Inmortal No soy nadie, no soy nada. Soy una brisa, un ocaso. No existo en el mundo real de muchos; viajo, vengo, regreso, me voy, no tengo cuerpo, fui y soy, era y seré, soy pasajero, invitado, no poseo nada sólo unos momentos, soy pasado, soy futuro, soy viento. Tengo la maldición del poeta, del sueño. Atrapo ocasos. Sueño amaneceres que nunca ven el alba, duermo de día, vivo de noche. Soy un vampiro, no soy normal. Duelo y duelo mucho. Es verdad, no poseo nada, no tengo nada. Lo poco que he tenido lo he dado. Regalé mi patrimonio. Dejé, obsequié o vendí todo. Soy un pobre poeta que vive al día, que no sabe qué comerá mañana y sin derecho de arrastrar a nadie a mi destino. Pero eres testiga, protagonista, eres mi poesía. Inmortal te he hecho.