El hombre próspero
Un día como tantos, abrí los ojos, me asomé a la ventana
y la primer persona que vi me dijo –Mira, soy mejor que tú, soy próspero.
y la primer persona que vi me dijo –Mira, soy mejor que tú, soy próspero.
Dije yo incrédulo -¿Por qué lo eres? ¿Cómo lo eres?-
Me miró con aire inhóspito.
— Mira, renuncié a mi tiempo,
vivo ocupado, tengo miles de tareas y las cumplo—
De nuevo incrédulo le dije
— ¿Y cómo es que así eres próspero?—
— ¿Y cómo es que así eres próspero?—
—
Tengo lo que tú no tienes, mira, tengo un auto, me
envidian,
mi ropa dice un nombre, mi casa, mi mujer, mi reloj,
dicen que soy próspero —
Le miré un momento de arriba abajo, vi sus ojos cansados
— Tengo un sueño, tengo tiempo para soñarlo,
y justo ahora voy a hacerlo— dije yo.
Y el hombre próspero se alejó de mí.
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