Me preguntas si te quiero

De vez en vez me preguntas si te quiero,
entonces el aire alrededor mío hace una pausa,
se hace el silencio y miro tus ojos,
los mismos ojos que me recuerdan las noches estrelladas.
No cabe más ruido, más murmullo ni más silencio que el mío;
porque pienso en ese instante cuánto te quiero.

Algunas veces me das la mano tiernamente y me preguntas cuánto te quiero.
Justo en ese instante un rayo de luz sale de mí y se proyecta al infinito
en busca de un dato, de una cifra, de una medida.
Mientras tanto mi mano se aferra a la tuya como ancla ¿lo has notado?
Es para no salir flotando, para no perderme en el espacio
mientras busco el dato exacto para decirte cuántos mundos,
cuántas estrellas, cuántas galaxias representan cuánto te quiero.

Algunas veces me quedo solo, en silencio, en las noches o a media tarde
y pienso, con la vista perdida, por qué te quiero.
Y la respuesta viene a mí, sencilla y completa, grande y elocuente. Simple y llana.
Te amo porque me miras con alegría y me cubres de flores,
porque me cobijas como bosque en la tiniebla,
porque pones sobre mi tus manos curativas,
te amo porque me das el elixir secreto de tu aroma y me bañas con agua de río,
porque dejas sobre mí el aroma suave del musgo en las mañanas
y en mi pelo una fina capa de rocío.
Te amo cuando eres tú, cuando soy yo. Así de sencillo.




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