El peso de la noche
¿Alguna vez has sentido el peso de la noche?
La angustia de llegar a no sé dónde,
el puñal de ser testigo y quedarse mudo,
saber algo que nadie te ha dicho que es mentira,
rondar por las calles buscando un rostro
que sabes de antemano que no habrás de ver,
poner cuerdas en tus manos y pies
pero aún así correr detrás de algo,
dormir con un ojo abierto para no soñar,
despertar con la prisa de buscar y no saber cómo,
llegar de pronto a todas partes y saber que aún no estás ahí,
querer embriagarte de la pena pero seguir sobrio de la angustia,
estar completamente segura de que dudas de todo...
Eso, amiga, es el peso de la noche
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